Es una de las grandes esperanzas del club. Pese a venir procedente del fútbol donde ha pasado la mayoría de años de formación en la escuela del Alcoyano, este pívot local se desenvuelve como nadie de espaldas a la portería contraria en la pista de fútbol sala, cualidad con la que más daño hace a los rivales.
Fuera de los terrenos de juego, Carlos es nuestro hombre despiste con diferencia, lo que ayuda a generar un gran ambiente en el vestuario.